Uno de los retos más importantes de los arquitectos es reinventarse junto con las nuevas tendencias, por lo que hoy no basta con hablar de confort y diseño, sino que algunos también han incluido a sus proyectos la sustentabilidad e incluso, el toque humanista.
Tal es el caso de los hermanos Arditti, reconocidos arquitectos que se han destacado por sus construcciones enfocadas al balance con el medio ambiente con toques altruistas y humanistas. Ellos estuvieron presentes en la Expo CIHAC 2023 para presentar algunos aspectos y obras destacables de su trayectoria.
El encuentro con la conciencia y reinvención
Jorge Arditti, Co Director de Arditti + RDT Arquitectos, aseguró que la arquitectura bien aplicada puede transformar vidas.
“Como arquitectos no nos podemos desligar de esa parte humana porque en sí tenemos la audacia de poder generar y cambiar la actitud y la forma de vida a la gente, intentando hacerlo de una manera lo más positiva posible y generando un balance correcto con el planeta y con la sostenibilidad”, dijo.
El arquitecto relató que el primer encuentro que tuvieron él y su hermano Arturo con los conceptos de sustentabilidad y sostenibilidad fue en 1992, en un congreso de Chicago, lo cual generó conciencia en ellos y los llevó a reinventar la esencia de su arquitectura.
“Para nosotros yo creo que no es primero ni la forma ni la función o la función ni la forma. Yo creo que es algo que va de la mano y es ensayo y error hasta poder llegar a una iniciativa que nos dé pauta a empezar a trabajar mucho más a fondo y pulirla hasta poder llegar a un resultado importante”, indicó.
Entre las tecnologías que los hermanos han añadido a sus edificios están los paneles solares para calentar el agua, cristales de baja incidencia, aire acondicionados que reducen las partículas de plomo, doble fachada ventilada y su ya característica piel de fachada que sobresale.
Por su parte, Arturo Arditti, dueño del equipo de investigación de diseño arquitectónico de Arditti + RDT Arquitectos, comentó que sus aprendizajes en temas de vanguardia los obtuvieron visitando los tres lugares que lideraban las tendencias en la década de los años 2000.
“Fuimos a visitar Japón porque había una vanguardia importantísima en temas de diseño estructural integrado en la arquitectura. En Europa empezaba a florecer y a aplicarse toda esta idea de que los edificios tienen que ser muy conscientes de su afectación al planeta. Y en Estados Unidos nos dimos cuenta que lo que la arquitectura buscaba era mucha ineficiencia”, refirió.
El arquitecto rememoró que el primer proyecto sustentable que realizaron fue en el Club de Golf Bellavista, aproximadamente en el año 1994 y a partir de ahí, han buscado innovar en tendencias.
Un ejemplo de esto, fue la transición de los cristales espejo a los cristales transparentes, los cuales pueden repeler el porcentaje de calentamiento y permiten ver hacia afuera el color natural de las cosas, con lo que además el usuario tiene contacto con el exterior, lo que hace a la construcción más humana.
El museo que 'nunca debió haber existido'
Aunque los arquitectos han tenido diversos proyectos de alto reconocimiento, uno que aseveraron que les cambió la vida fue el Museo de Memoria y Tolerancia, ya que el tema central son los valores, así como temas de discriminación y genocidio, lo cual los hizo entrar en contacto con lo que la arquitectura podía aportar a la parte humanista.
“Este museo nos cambió la vida humanamente y también arquitectónicamente. Pero la parte humana ha sido muy importante en nuestras vidas, hacia nuestras familias y sobre todo respetar también mucho más a la gente que está en nuestro entorno y a la gente que no está en nuestro entorno", expuso Jorge Arditti.
“Tuvimos aquí la suerte de que la arquitectura nos dio la oportunidad de ser parte de esa parte educativa, poder educar a la gente y hacer ese cambio de actitud positiva”, enfatizó.
Para complementar lo descrito, Arturo Arditti dijo que el deseo de ambos es que el museo jamás hubiera tenido que existir, ya que presenta genocidios atroces en la historia de la humanidad que nunca debieron haber ocurrido.
Además, destacó que algo que dejó marca en él y en su hermano fueron los ataques contra los niños, ya que es un acto que no pueden concebir, es por ello que el primer elemento que se puede visualizar al entrar al museo es un memorial dedicado a esos infantes que perdieron la vida.
“No puede uno entender que el matar a un niño pueda ser un acto hecho por el hombre. Ese memorial lo colgamos al centro del museo, como si fuera el corazón del museo, porque es el ejemplo más significativo de la máxima idiotez a la que puede llegar el hombre y que queremos que la gente recuerde bien y que siente el impacto al momento de entrar al museo”, informó.