Volver a lo esencial, a lo básico, es la premisa que nos ha dejado la contingencia sanitaria para crear una arquitectura que considere la iluminación y ventilación naturales, pero con soluciones creativas, de acuerdo con lo comentado por los arquitectos Víctor Legorreta y Honorato Carrasco, durante la reciente edición digital de Expo CIHAC.
Las pandemias han traído a la humanidad nuevas formas de vivir y habitar. Víctor Legorreta recordó cómo después de la pandemia por la influenza, en 1918, se empezaron a diseñar los inmuebles de una manera diferente para lograr mayor bienestar y salud para los ocupantes. Hoy que estamos en una etapa crítica –nuevamente– es necesario reflexionar sobre cómo se deben diseñar y construir las edificaciones.
En la ponencia ¿Cuáles serán los nuevos parámetros de la arquitectura?, el arquitecto Honorato Carrasco Mahr, presidente del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México – Sociedad de Arquitectos Mexicanos (CAM-SAM), mostró la imagen de una casa vernácula que tenía pórticos, ventanas para ventilación natural, una terraza y que además, se construyó de manera elevada para evitar la humedad del suelo, y todo esto sin orientación profesional; un diseño que dista de la autoconstrucción en las ciudades de hoy en día, que tampoco tienen acompañamiento profesional, pero muchas de estas viviendas no cuentan con los elementos necesarios para que sean un buen lugar habitable.
Sin embargo, dijo que también hay desarrollos de vivienda creados con el apoyo de profesionales con modelos expansivos, que tampoco son ideales porque funcionan básicamente como ciudades dormitorio, por lo que es momento de cuestionarse cómo deben edificarse los inmuebles en la actualidad.
Al respecto, Víctor Legorreta, socio y director general del despacho LEGORRETA®, comentó que es una discusión muy interesante, pero explicó que los arquitectos también tienen que aprender a oír las ideas de la gente y que la arquitectura, de alguna forma, es un producto que la sociedad está pidiendo. Y aunque, obviamente, como arquitectos deberían de estar más capacitados para solucionar los problemas, deben basarse en lo que la sociedad requiere.
“Me acuerdo una vez que teníamos la inquietud de hacer un proyecto de interés social y lo platicamos con el gran arquitecto hindú Charles Correa, que falleció hace unos años, y me decía: ‘Oye ten cuidado’, y contesté: ‘¿Por qué?, estamos entusiasmados con esto’. Y Correa respondió: ‘Ten cuidado porque tú muchas veces quieres enseñarle a la gente a vivir. La gente no es que no sepa cómo vivir, es que no tiene los medios para solucionar su problema, entonces, más que enseñarles, tienes que ver cómo les puedes dar los medios para que solucionen su vida’”, relató Legorreta.
Pero además de considerar a las personas, otro aspecto que también se debe tomar en cuenta, según el arquitecto, es que no se trabaja en equipo, cuando debería existir colaboración entre el gobierno –que hace los planes urbanos–, los arquitectos –quienes se dedican al diseño–, los usuarios, los sociólogos y los desarrolladores, que hacen posibles los proyectos.
“Creo que a veces no estamos trabajando como equipo en la sociedad y tenemos qué ver cómo romper esas líneas para encontrar mejores soluciones”, aseguró Víctor Legorreta.
En esto coincidió Honorato Carrasco al mencionar que el arquitecto se plantea como “el hombre orquesta”: sociólogo, ingeniero, demógrafo, interiorista, porque “la arquitectura la hacemos para la gente, para los usuarios, y no para uno mismo”, pero muchas veces la realidad los regresa de golpe a reflexionar estas condiciones y estos principios, declaró.
De esta manera, concordaron en que las personas deben ser el centro del diseño de los espacios para proponer así una arquitectura más humanista.
Y bien, ¿cuáles son los elementos que se deben resaltar en la vivienda en esta nueva era? El presidente del CAM-SAM afirmó que la vivienda debe estar bien iluminada, ventilada, debe ser segura, confortable, sustentable, asequible, flexible, mantenible, reciclable, estar bien comunicada y ubicada.
Asimismo, apuntó que, sobre todo, en estos últimos años, con la pandemia, hemos visto que se requiere de mayor versatilidad en la arquitectura, pues el comedor se convirtió en oficina o la cocina en aula. Aunado a ello, es necesario considerar una visión de cómo terminarán las construcciones en su última etapa de vida y si pueden pasar al reciclamiento.
A partir de estas cavilaciones, Víctor Legorreta indicó que efectivamente la flexibilidad es una de las claves que es preciso incluir en el diseño arquitect,do constantementee.ecuado dudraad es una de las claves que ahora se requiere considerar en el diseño arquitectable.ecuado dudraónico, pues de lo ,do constantementee.ecuado dudraad es una de las claves que ahora se requiere considerar en el diseño arquitectable.ecuado dudraúnico que estamos seguros es que nadie está seguro de hacia dónde vamos. Todo está cambiando constantemente. La sociedad va a seguir cambiando y habrá nuevas necesidades que ni siquiera nos estamos imaginando, por ello la arquitectura debe ser adaptable.
Aseveró que le da gusto ver que este año el Premio Pritzker lo ganó un despacho que adapta edificios: Lacaton & Vassal, fundado por Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal. El principio que ellos siguen es no demoler, sino que buscan reciclar y renovar edificios, con lo cual están atendiendo también a un punto muy importante que es la sustentabilidad.
Por ello, Legorreta insistió en que los arquitectos tienen que diseñar edificios que se adapten a los cambios, lo cuales nadie sabe hacia dónde van. Esto es un reto, y por ello la parte sustentable va ligada a la flexibilidad.
Destacó que el daño que le estamos haciendo al planeta es quizá más trascendental que el COVID-19 y por lo tanto, es necesario crear soluciones para cuidar el medio ambiente.
Acerca del uso de nuevos materiales y tecnologías, explicó: “Yo sí creo que hay que usar la tecnología, no la podemos dejar, pero siempre con esa idea de ver en qué estamos mejorando, si realmente estamos haciendo mejores ciudades, mejores servicios, si realmente la gente es más feliz en ese espacio”.
En la ronda de preguntas y respuestas, Celia Navarrete, directora de Expo CIHAC, cuestionó sobre cuál será el futuro de los prefabricados, a lo que Legorreta respondió que el uso de estos lleva ya muchos años y presentan ventajas como el control de calidad, pero es difícil decir que los prefabricados serán el futuro porque no sabemos cuáles serán las necesidades, y también hay que ver de qué tipo de proyecto se trata.
Honorato Carrasco añadió que los prefabricados en estructuras o en muros se utilizan desde hace muchos años, y con ellos se consigue un buen control de los materiales y mano de obra bien capacitada, además de que hay diferencias que pueden impactar en costos y se puede ayudar a optimizar la rapidez en la edificación.
Por otra parte, Víctor Legorreta refirió que hoy la tecnología en diseño 3D permite también aportar mejores soluciones, por ejemplo, Revit resulta una herramienta para hacer simulaciones: ver qué tanta luz va a entrar a un lugar, qué ventajas tiene hacer un espacio con ciertas dimensiones, e incluso indagar sobre aspectos que se podrían dar ya durante el uso del inmueble.
A lo largo de la charla, ambos arquitectos coincidieron en que la selección de materiales y nuevas tecnologías siempre tiene que ser acorde con las necesidades del proyecto, pensando en las personas, en la cultura, en la región y en el clima, para poder ofrecer propuestas idóneas en cada caso.