Su papel impacta también en la percepción de las emociones, da tranquilidad o angustia según su uso, enmarca vistas, crea masas en 3D y esculpe vacíos que crean proyecciones únicas. Aunque muchos arquitectos han dominado las técnicas en su aplicación, fue Carlo Scarpa uno de los que lo logró con mayor precisión.
Carlo Scarpa (1906-1978), nacido en Venecia, Italia, fue un buscador ferviente de la perfección en sus obras arquitectónicas. Sus obras se encuentran ubicadas al norte de Italia, en el Veneto, entre las que destacan: la restauración del Museo de Castelvecchio, el complejo monumental de la Tumba de Brion en Treviso y el Banco Popular de Verona.
Su legado es uno de los más importantes del siglo XX; con una obra rica en espacios articulados en tramas asimétricas, producto de la elaboración paciente del diseño de espacios, el pulcro trazado de los recorridos y el alto detalle en los materiales, Scarpa inspiró a figuras como el Arquitecto Louis Kahn, a la obra arquitectónica de Frank Lloyd Wright, el vanguardismo de De Stijl y hasta a la esencia geométrica de Mondrian.
Revolucionó además la práctica de la restauración en edificios patrimoniales e innovó al combinar los materiales y espacios modernos con las estructuras históricas. Tal es el caso de las intervenciones que modernizarían el Castelvecchio en Verona, la Fundación Querini Stampalia y la tienda Olivetti en la Plaza de San Marcos en Venecia, la Galería de los Uffizi y la Sala de dibujos y grabados en Florencia, así como la galería Regional de Sicilia en el Palacio Abatellis Palermo. Sus obras “ex novo” son pocas y él mismo se admitía como limitante de ella, en una conferencia en el 78, expresó: “No tengo muchos trabajos ex novo, diseñé y construí galerías y museos siempre desde un contexto histórico, cuando el contexto es obligatorio, el trabajo es más fácil”.
Minucioso del detalle, creó espacios que inducen a ricas experiencias poéticas y fenomenológicas, capaces de colocar al espectador entre el diálogo de espacios arquitectónicos y objetos expositivos.
Pese a rehuir de la arquitectura y prefiriendo incursionar en el diseño de interiores, en 1927, comenzó a colaborar con los maestros de Cristal de Murano, su talento excepcional en el uso de materiales lo llevó a ocupar el cargo como Director Creativo de Venini de 1933 a 1947, mismo que lo puso bajo los reflectores de la escena arquitectónica. Aunque Carlo nunca terminó los requisitos educativos de la profesión y ejerció toda su carrera sin licencia, su dedicación lo hizo conocido en 1930 y para 1940 su fama fue tal que alcanzó proporciones internacionales.
Un personaje aislado y polémico, que fue galardonado con el Premio Nacional Olivetti de Arquitectura, Doctorado Honoris Causa en Arquitectura, otorgado por el Instituto Universitario de Arquitectura y el Premio de la Presidencia de la República para la Arquitectura.
Con un estilo único, celebramos herencia para la arquitectura con la que contrarrestó tendencias y deslumbró por la creación de luces y sombras en cada uno de sus proyectos. Scarpa falleció en 1978, a la edad de 72 años, más sus obras siguen vigentes. Actualmente, sus restos residen en el Cementerio Brion-Vega, uno de sus propios diseños.