Como sociedad nos enfrentamos a un gran desafío debido a la escasez del agua y el estrés hídrico que sufre nuestro país. Aunado a las acciones individuales, es momento de emprender desde lo colectivo acciones que nos permitan construir soluciones para el futuro cercano.
Hoy, en el Día Mundial del Agua, vale la pena reflexionar sobre estos retos y conocer uno de los ejemplos en los que la arquitectura ha servido de puente para la reconstrucción de valores y el trabajo colectivo en pos de la preservación y mejor gestión del vital líquido.
Los módulos de riego
Entendamos los módulos de riego como subdivisiones de los distritos de riego, de los cuales se hace una transferencia o entrega parcial de la administración a los regantes. De acuerdo con una de las estudiosas del tema, Jacinta Palerm Viquera:
El Estado, a través de la CONAGUA, conservó la administración de las presas y otras infraestructuras importantes. Además, en algunos casos, entregó a los regantes infraestructura adicional bajo la figura de sociedad de responsabilidad limitada (S. de R. L.), la S. de R. L. conjunta a los módulos de un distrito. Los módulos, para fines de cantidad disponible de agua, desembalse de las presas y otros asuntos, cuentan con representación en el comité hidráulico del distrito de riego.
Los módulos y las S. de R. L. pueden considerarse niveles organizativos adicionales en la gestión de los distritos de riego que dan lugar a una cogestión —entre los regantes y el Estado— del espacio hidráulico de dichos distritos.[1]
Si bien existe esta figura de los módulos de riego, menciona la especialista, no es claro cuál es la realidad que enfrentan las comunidades en cuanto a la infraestructura con la que cuentan, por ejemplo, presas de almacenamiento, presas derivadoras o canales que lleven el agua hasta las parcelas, y cuál de esa infraestructura es compartida, por lo que se requiere el trabajo solidario para su funcionamiento adecuado.
Todos los sistemas de riego en el mundo cuentan tanto con un componente técnico, referido a la infraestructura física, como con un componente social, relacionado con la organización necesaria para administrar dicha infraestructura. En distintos módulos, al menos en el de Salvatierra, la falta de una organización social adecuada para esta administración condujo primero al abandono de prácticas que se conocían desde la época prehispánica, hasta nuevas construcciones de canales de riego a partir del Río Lerma entre los siglos XVI y XVII, que terminaron por ocasionar enfrentamientos diversos entre las haciendas por el control del recurso hídrico, lo cual duró hasta principios del s. XX. No obstante, la creación del Distrito de Riego 011 Alto Río Lerma, “propició la reconfiguración social vinculada con agua de riego que se mantuvo hasta 1992, cuando se transfirió la infraestructura a la Asociación de Usuarios, que a la fecha mantiene su administración, mantenimiento y la operación en general.”[2]
Conectar con la naturaleza a partir de las formas piramidales: la propuesta de 3 ME Arquitectura
Módulo de Riego es un proyecto cuya principal función es el cuidado y la correcta administración del agua en el Río Lerma que, además, asegura la producción de alimentos y mantiene activa la economía de vastos productores agrícolas de la región del Valle de Huatzindeo, en San Andrés de Salvatierra, Guanajuato.
El edificio alberga la nueva sede de la Asociación de Productores Agrícolas y está concebido como un centro cultural para fomentar la economía y promover los valores de la región. El proyecto se desarrolló partiendo de las construcciones locales: se estudiaron las formas de las haciendas —grandes explotaciones agrícolas— y los conventos, con el fin de obtener información sobre la escala, las características y el significado cultural de estos lugares.
Para amplificar la voz de esta iniciativa, conversamos con los arquitectos fundadores del despacho de arquitectura 3 ME, cabezas entusiastas y creadoras de Módulo de Riego.
3 ME Arquitectura es un estudio joven con sede en Guanajuato, México. A partir de un acercamiento multidisciplinario desarrollan su trabajo desde la confrontación de ideas que transitan entre la investigación, la academia y la práctica, para alcanzar la máxima expresión de los medios y su continuidad en el tiempo.
El despacho fue fundado por Enrico Hernández Cervantes y Augusto Valentino Hernández Cervantes, ambos egresados de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guanajuato, con Máster en Diseño Arquitectónico por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra. Su práctica se complementa con la labor académica que desempeñan en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey campus León, donde colaboran activamente en el programa Hábitat.
Han realizado importantes proyectos de obra pública y rehabilitación de espacios de carácter histórico, así como proyectos para clientes privados. En el 2020 fueron reconocidos con el primer lugar del Premio Félix Candela por el proyecto CASA AGAVE, además del primer lugar en el premio Firenze-EntreMuros de Grupo Reforma por su obra MÓDULO DE RIEGO en Salvatierra, proyecto por el cual también fueron acreedores de la Mención de Honor en el Premio Interceramic y la Mención de Honor en Concurso Latinoamericano Opera Prima por la Revista Trama por el Despacho de Abogados Hernández Roa. En 2021 fueron reconocidos como iconos del diseño por la revisa Architectural Digest, en la categoría de arquitectura pública y formaron parte de la publicación Curriculum, en la que se recogen las obras de reconocidos arquitectos latinoamericanos, antiguos alumnos del Máster en Teoría y Diseño de la Universidad de Navarra. Fruto de esta publicación, y con el afán de difundir la emergente arquitectura latinoamericana, su trabajo ha sido publicado en revistas nacionales e internacionales.
El proyecto nace como parte de la necesidad de una asociación de productores agrícolas cuyo nombre es Módulo de Riego en el distrito 11, el cual distribuye el agua del Río Lerma, conformado por 16 mil productores agrícolas en el Valle de Huatzindeo. La principal problemática impulsora del proyecto era de una sucesión gubernamental en la que se buscaba mejorar la calidad de las oficinas, aunado a una problemática de identidad sociocultural de la zona. El proyecto buscaba una reactivación económica, además de fomentar la memoria colectiva de la zona.
“Nos buscaron porque somos oriundos de Salvatierra; nos sorprendió el proyecto debido al impacto que podría tener. No se trataba únicamente de un edificio, sino que iba más allá de un proyecto del territorio, resultaba imperioso comprender la importancia y magnitud de la repercusión a nivel ecológico, socioeconómico y cultural con la que este opera”, nos menciona Enrico.
Módulo de Riego iba más allá de un proyecto resolutivo y comenzaba a ser un proyecto con gran carga histórica.
A través de una red de canales de riego que son considerados como uno de los sistemas de irrigación más antiguos de América, el agua es repartida y es debido a estos canales que el Valle de Huatzindeo se ha convertido en una de las regiones con mayor producción agrícola en nuestro país.
El conjunto está configurado a partir de una plaza y un patio que generan un deambulatorio que permite el acceso a los distintos volúmenes del edificio. Con ello, las actividades son distribuidas en diferentes espacios y alturas en torno al patio.
Así, se propuso un edificio de monumentalidad doméstica cuya entrada principal fuera enmarcada por dos cuerpos piramidales de gran tamaño.
La organización busca dar certidumbre a la producción de cultivos generando empleos y productos agrícolas, fortaleciendo el interés por la tierra y reafirmando la identidad en un intento consciente de frenar la migración. Tiene también como objetivo dar capacitaciones y cursos para agricultores, apoyo para sus cosechas, talleres de emprendimiento para todo aquel interesado en aprender de la agricultura, etc.
“Todo tiene que ver con la memoria colectiva. Necesitábamos comunicar la importancia del campo para nuestras vidas, porque solemos infravalorar tanto la labor del campesino como los beneficios que implica para la sociedad. Queríamos recuperar el valor que tiene la agricultura en nuestra sociedad. Comenzamos a investigar cómo es que Salvatierra fue fundada gracias al trabajo del campo. Cuando hablamos de agricultura, hablamos también de escala: la escala mínima es el grano, la máxima quizá sea la hacienda. Mismo caso con la magnitud del Río Lerma, que nace en el Estado de México y desemboca en el Pacífico. De aquí la importancia de la escala y el porqué integrarla como piedra angular del proyecto. Nuestra intención era generar un concepto fundacional, como si hubiera estado ahí siempre”, añade Augusto.
El acceso principal del diseño contextual está enmarcado por los dos altísimos volúmenes piramidales, uno ligeramente girado para situarse en ángulo con el otro, que recuerdan a los antiguos silos de grano que salpican el terreno circundante, mientras que su paleta de colores terrosos es una oda a las tierras de cultivo de la región. El Módulo de Riego adquiere así "un sentido de escala y significado agrícola”.
Las formas piramidales descansan en un complejo que alberga una gran plaza y un patio, que crean una pasarela que conduce a las demás áreas. Las pirámides del interior se articulan como altas salas geométricas blancas que disponen de espacios flexibles para albergar aulas multifuncionales para los productores agrícolas, así como exposiciones. El resto del programa de diseño incluye un pequeño auditorio, oficinas, sala de formación, exposición de productos, aparcamiento, recepción y baños.
Estos espacios residen bajo techos de distintas alturas, distribuidos alrededor del patio y que culminan en una gran piscina reflectante. Como materiales de construcción se utilizaron piedras recuperadas de los campos circundantes, ladrillos rojos tradicionales de terracota y hormigón visto en bruto, mientras que los ladrillos que revisten los interiores se revistieron de yeso y los suelos de cerámica.
El equipo de 3ME Arquitectura nos comenta que el patio interior es el corazón del conjunto, reforzando tranquilamente la geometría clara y ordenada del espacio.
"Al igual que las Haciendas tradicionales, desde este patio se accede a los diferentes volúmenes y, al mismo tiempo, están interconectados desde el interior. La experiencia de deambular por el complejo es continua, potenciada con los distintos cambios de altura, la afluencia y difracción de la luz en el interior de los espacios y la atmósfera general, dando lugar a una experiencia humilde y única", afirman los arquitectos.
Aportando a la memoria colectiva del Valle de Huatzindeo
Para los arquitectos quizá el principal reto de la iniciativa fue el leer el lugar, comprender sus condiciones técnicas, tipológicas e identitarias.
“El edificio se logró desde el lugar, investigando la parte histórica y entendiendo la importancia de la asociación. Sin la agricultura la ciudad no se hubiese fundado. Estamos contentos con la respuesta que tuvimos de la gente, nos apoyamos de la comunidad desde poder ejecutarlo con ayuda de muchos de ellos, pero sobre todo el impacto cultural que tuvo en las personas que trabajan en este edificio y aquellos que viven en las zonas cercanas a él.
Nos sentimos muy honrados de haber dado una respuesta adecuada para este conjunto. Haber trabajado con las personas de este espacio nos llena el alma, sentimos una gran responsabilidad y gozo al saber que la comunidad está contenta con el resultado”, comentan ambos arquitectos con alegría.
Sin duda, proyectos como este nos motivan, por lo que agradecemos el entusiasmo y la apertura de platicar sobre esta iniciativa tan noble y tan cargada de historia. Enrico y Augusto, gracias por compartir sus anécdotas con nosotros.
[1] Palerm Viqueira, Jacinta, “Caracterización de los módulos de los distritos de riego y presencia de organizaciones locales”, en Región y Sociedad, Vol. 32, publicación electrónica 27 de enero 2021. Consultado en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-39252020000100124
[2] Rodríguez – Haros, Benito, “El Módulo de Riego 02-Salvatierra, Estado de Guanajuato: origen y continuidad”, en Agricultura, sociedad y desarrollo, Vol. 9, No. 2, Texcoco, Abril / Junio 2012. Consultado en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-54722012000200001