Antes de hablar de las ventajas económicas del uso del micelio en la arquitectura, es importante mencionar que surgió como una opción sostenible para apoyar la reducción del impacto ambiental del sector a nivel mundial. Se sabe que la construcción es responsable de una gran parte de las emisiones globales de dióxido de carbono, principalmente por la producción de materiales como el cemento, el transporte de recursos y la energía utilizada en la maquinaria de construcción, que contribuyen al cambio climático. De esta manera, buscar alternativas que ya existen en la naturaleza, como el uso de los hongos para crear material de construcción, resulta ser una opción accesible que, al mismo tiempo, contribuye a la economía circular y al cuidado del medio ambiente.
Si bien algunos tipos de hongos son comestibles y otros se usan con fines medicinales, existen aquellos que son capaces de desarrollar raíces filiformes llamadas micelio, extremadamente delgadas, que crecen en diferentes direcciones y forman una red compleja y resistente.
De acuerdo con el sitio Archdaily, cuando el micelio se combina con materiales como aserrín, madera molida, paja y residuos agrícolas, entre otros, se alimenta de los desechos y actúa como un pegamento, lo que da como resultado bloques sólidos ideales para usarse en diversas construcciones.
Dependiendo de la cepa del micelio y del material del que se alimenta, el producto final puede moldearse para producir paneles aislantes, muebles, accesorios, tejidos, artículos de embalaje e incluso ladrillos orgánicos.
Según el mismo sitio web, los materiales a base de micelio se parecen al poliestireno expandido, conocido también como espuma de poliestireno, pero con un nivel mejorado de biodegradabilidad. A este proceso se le llama micelio estructural o micotectura, por la combinación de las palabras "micelio" y "arquitectura", y busca desarrollar construcciones sostenibles.
¿Cuáles son las ventajas económicas de usar micelio en la arquitectura?
Invertir en el uso de micelio como material de construcción es una excelente opción para aquellos especialistas que deseen utilizar técnicas vanguardistas para ofrecer calidad e innovación a sus clientes, al mismo tiempo que, a nivel negocio, ofrece las siguientes ventajas:
- Es un material que se puede cultivar con desechos orgánicos como madera o paja, lo que reduce significativamente los costos de producción en comparación con otros materiales como el concreto o el acero.
- Es una opción económica y sostenible, ya que crece rápidamente con pocos recursos y sin la necesidad de procesos industriales intensivos.
- Se puede cultivar localmente, lo que minimiza los costos asociados con el transporte y su ligereza permite su fácil envío.
- Tiene menores costos de mantenimiento que las construcciones tradicionales, ya que forma un material sorprendentemente fuerte y duradero.
- No requiere procesos industriales intensivos para su fabricación, lo que reduce los costos de energía y tiene un impacto positivo en la huella de carbono.
- Puede cultivarse a partir de materiales de desecho orgánicos e incluso reutilizar residuos urbanos, lo que ahorra dinero en la recolección y disposición de recursos.
- Puede generar un mayor valor inmobiliario, ya que las construcciones hechas con biomateriales podrían traducirse en un precio más alto de venta o alquiler.
- Puede abrir oportunidades para acceder a incentivos o subvenciones gubernamentales relacionadas con la sostenibilidad y la innovación, lo que reduciría los costos iniciales de los proyectos.
¿Por qué usar micelio en la construcción?
Aunque el micelio como material de construcción sostenible sigue siendo un campo en investigación, tiene el potencial de convertirse en una opción accesible para todos, dado que ya está presente en la naturaleza y no requiere dañar el ecosistema para su obtención.
Por otro lado, se puede compostar tras su uso si no ha sido tratado o intervenido con productos químicos; su producción no necesita mucha energía, pues el micelio crece por sí mismo entre los 18°C y 28°C.
Utiliza los restos orgánicos de otras industrias, como aserrín, heno, virutas de cáñamo, bagazo de cerveza y residuos de café, entre otros, para crear bloques sólidos; y no causa alergias ni emite toxinas, ya que el material es inerte cuando se le proporciona condiciones relativamente secas y estables.
Además, ofrece una excelente capacidad de retención de calor y regulación de la humedad, lo que contribuye a mejorar la eficiencia energética. Absorbe y descompone contaminantes del aire para mejorar la calidad interior de los edificios, y es un material versátil para el diseño interior y la creación de mobiliario que aporta un aspecto orgánico y natural.
Referencias
Punto Sustentable. (2023, 14 de julio). Micelio en la arquitectura. Punto Sustentable. https://www.puntosustentable.com/2023/07/14/micelio-en-la-arquitectura/
Souza. E. (2020, 10 de octubre). ¿Edificios de hongos? Las posibilidades del micelio en la arquitectura. Archdaily. https://www.archdaily.mx/mx/949011/edificios-de-hongos-las-posibilidades-del-micelio-en-la-arquitectura
Vivas. D. (2022, 8 de agosto). Materiales de micelio: El futuro de cultivar nuestros hogares. Archdaily. https://www.archdaily.mx/mx/986651/materiales-de-micelio-el-futuro-de-cultivar-nuestros-hogares