La ventilación natural en las ciudades no es suficiente, por lo que es necesario filtrar el aire para que tenga mejor calidad.
Hoy más que nunca nos preocupamos por la calidad del aire en los espacios interiores debido a la pandemia por el COVID-19. Actualmente es viable complementar la ventilación natural con otras medidas, por ello platicamos con el Maestro DarÃo Ibargüengoitia González, director general de Ibalca, quien además de ser fundador y ex presidente de la organización Sustentabilidad para México (SuMe), fue presidente de American Society of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning Engineers (ASHRAE) CapÃtulo Ciudad de México.
—¿Cómo se puede mejorar la calidad del aire en los espacios interiores ante la posible propagación del COVID-19?
—Uno de los temas más importantes, antes de llegar a COVID-19, es que todos los espacios interiores tienen emisión de contaminantes de manera regular y continua: las personas emiten dióxido de carbono, los acabados tienen compuestos orgánicos volátiles, etcétera; entonces, para mejorar la calidad del aire interior es indispensable ventilar, es decir, tomar aire exterior para diluir los contaminantes que hay en el interior.
Ahora con el coronavirus, se requiere que esa ventilación sea un poquito más, que tenga mayor cantidad de aire exterior para diluir de mejor manera los contaminantes que hay en el interior y las posibles partÃculas del virus en los espacios. Entonces, es indispensable ventilar los espacios, ya sea de manera mecánica o natural.
—¿Cómo se puede integrar la ventilación natural con los sistemas de aire acondicionado?
—En la Ciudad de México el aire exterior —como lo hemos sentido en varias ocasiones— tiene muchas partÃculas suspendidas con posibilidades de ozono, partÃculas suspendidas del tamaño PM 2.5, que son del diámetro de 2.5 micrómetros; entonces, tener una ventilación natural serÃa lo ideal, siempre y cuando el aire exterior tenga buenas condiciones.
Para la Ciudad de México vamos a necesitar el aire exterior, pero requerimos darle un proceso de limpieza o de filtrado, lo cual va a ser indispensable: detener esas partÃculas suspendidas para no deteriorar la calidad del aire en el interior.
En la Ciudad de México, Monterrey y en Guadalajara no todo el año es conveniente tener solamente ventilación natural por estas partÃculas suspendidas, por lo tanto, sà es importante ventilar, pero filtrar ese aire. En el exterior no hay virus, pero sà hay contaminantes que pueden empeorar o deteriorar la calidad del aire en el espacio interior.
—¿Se está realizando actualmente investigación para diseñar nuevos sistemas de aire acondicionado o de filtración para que sean más eficientes?
SÃ, se está haciendo investigación por parte de los fabricantes para mejorar la eficiencia de los equipos de aire acondicionado y calefacción, pero yo creo que la mejor tecnologÃa que podemos tener es la envolvente del edificio para requerir menos aire acondicionado o menos consumo energético por el aire acondicionado o la calefacción.
Lo que también estamos haciendo en México es la redacción de nuevas normas para la calidad del ambiente interior. Ya está redactado el proyecto de Norma 577 del Organismo Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción y Edificación, S.C. (ONNCCE), pero estamos esperando que el Diario Oficial de la Federación (DOF) lo saque a consulta pública.
En este nuevo estándar para regular la calidad del ambiente en general, se incluye el confort térmico, el aire acondicionado, la calefacción, la ventilación, la iluminación y la acústica.
Con la pandemia es fundamental no nada más ventilar, sino tratar de que la humedad dentro de los espacios esté entre 40 y 60? manera relativa, donde menos se favorezca la propagación del virus y que se logre una temperatura cercana a 24 o 25 grados para que el espacio sea más sano y no se propague el virus.
La Comisión Federal de Normas —que depende de la SecretarÃa de EconomÃa— se ha tardado en mandar el proyecto de norma al Diario Oficial de la Federación para salir a Consulta Pública, pero ya está redactado desde abril.
Lo que hemos hecho, por temas de pandemia, es que ayudamos a redactar el CRIEV-002-ONNCCE-2020 o Criterios de Evaluación de la Calidad del Ambiente Interior en Edificaciones, el cual ya está disponible en el ONNCCE, ya se puede solicitar la verificación de que un espacio cumpla con esa calidad del ambiente interior para temperatura y para ventilación.
El CRIEV-002-ONNCCE-2020 ya se puede adquirir en el ONNCCE para que algún consultor, como nosotros o como cualquier otro, pueda hacer la documentación para que el ONNCCE emita el Dictamen de calidad ambientalÂ
Actualmente, la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) está haciendo una propuesta al Gobierno de la Ciudad de México para regresar a las oficinas, especialmente en corporativos, utilizando el CRIEV del ONNCCE, porque muchos de los edificios no tienen ventilación natural pero sà tienen una buena ventilación mecánica.
Mediante el CRIEV-002-ONNCCE-2020 los dueños o los operadores de los edificios pueden demostrar que su inmueble reduce el peligro de contagio por COVID-19.
Este Criterio de evaluación muestra los parámetros y requerimientos mÃnimos que hay que demostrar, y la encargada de verificar y emitir el dictamen es una tercera parte, que es el ONNCCE. Entonces es algo muy bueno, económico, que permitirÃa observar los edificios que podemos ocupar y aquellos en los que debemos mejorar la calidad del aire interior.
—¿Qué otros desafÃos tienen los proveedores de aire acondicionado y calefacción?
—Lo más importante es conocer las nuevas normas y estándares porque tenemos la NMX-C-7730-ONNCCE-2018 de confort térmico, que no se está utilizando, los diseñadores todavÃa no la están aplicando y ya es Norma Mexicana.
También, hacer un proceso de diseño integrativo con la arquitectura para que los edificios tengan un envolvente muy eficiente que cumpla con la Norma Oficial Mexicana NOM-008-ENER-2001 Eficiencia energética en edificaciones, envolvente de edificios no residenciales, o la NOM-020-ENER-2011, Eficiencia energética en edificaciones. Envolvente de edificios para uso habitacional. Estas normas son de carácter obligatorio y todos tienen que cumplirlas.
Por otra parte, es preciso lograr que los sistemas de aire acondicionado y calefacción cada vez sean más pequeños o más adecuados al espacio para reducir los consumos de energÃa, pues entre el 40 y 60? la energÃa que se utiliza en un edificio es por estos equipos.
Hoy en dÃa, los fabricantes están desarrollando tecnologÃas más eficientes, que tienen un costo ligeramente mayor, pero sus tasas de retorno de inversión están siendo cada vez más llamativas; esto quiere decir que, si yo compro un equipo más eficiente, aunque sea un poco más caro, recupero esa diferencia de precio con el consumo de energÃa mes a mes porque va a ser menor.
El reto para los fabricantes es seguir innovando, sobre todo, en la búsqueda de refrigerantes que tengan menor impacto a la capa de ozono y al cambio climático.