Preparar los espacios de acuerdo con los lineamientos de protección a la salud que determinaron las autoridades, se vuelve una prioridad para el regreso a la actividad presencial.
Ante el retorno gradual de las personas a sus lugares de trabajo, el acondicionamiento de las oficinas y el cumplimiento de los protocolos de higiene son fundamentales para prevenir los contagios del virus causante de la COVID-19. Con ello será posible mantener el nivel de productividad para alcanzar los objetivos del negocio.
En este sentido, Paola Rubio, Health Coach de la plataforma Aprende Institute para empresas, puntualizó que cada una de las organizaciones debe poner en práctica el plan de acción que se ajuste a sus necesidades, pero siempre siguiendo las medidas de protección a la salud determinadas por el gobierno. Estos protocolos promueven la sensación de que los colaboradores se encuentran en un espacio seguro para desempeñar sus actividades de la misma forma que lo hacían al estar trabajando desde su casa, durante el confinamiento.
“Abraham Maslow habla de la pirámide de la jerarquía de las necesidades humanas y en el segundo nivel, precisamente está situada la necesidad de seguridad, arriba de las fisiológicas. Solamente si una persona tiene cubierto el primer escalón, puede subir al siguiente en este esquema donde también se incluye el reconocimiento, en la parte superior”, explicó la especialista.
Y agregó que para que una persona sea productiva en donde labora, lo esencial es que perciba que asiste a un entorno con las condiciones para garantizar la sana distancia y la aplicación de las medidas sanitarias que se han definido al reanudar las actividades.
“Todo esto genera autoconfianza en las personas, así como confianza en los compañeros de su equipo y en los resultados que es posible conseguir, ya que pueden dedicarse a sus funciones porque no están preocupados por el riesgo constantemente”, afirmó Rubio.
Consideraciones en el diseño de interiores
Si bien estaba probado que el diseño de interiores en los espacios laborales propicia la reducción de costos y puede elevar los niveles de productividad de los colaboradores, con la pandemia el desafío es transformar los entornos de oficina para que sean seguros y funcionales, sin perder sus cualidades estéticas.
Al respecto, la arquitecta y diseñadora de interiores, Daniella Valenzuela, expuso que las remodelaciones han sido necesarias para lograr que el mobiliario de los puestos de trabajo esté situado a mínimo metro y medio entre sí, la distancia requerida para evitar el contagio.
A la par, otra opción es el aprovechamiento de áreas comunes, como el comedor y las terrazas, si es que los corporativos cuentan con ellas. Se vuelve prioritario que no se concentren grandes aglomeraciones en una misma zona, dando preferencia a los lugares abiertos, amplios, con buena iluminación y ventilación.
Para lograrlo, dijo Valenzuela, es importante un análisis de la densidad y crear un plano de redistribución de los colaboradores. De esta forma, el equipo responsable de realizar las adecuaciones deberá contemplar el flujo de personas y señalizar correctamente en el plano arquitectónico, cuál será el sentido en cada uno de los pasillos, para evitar el contacto entre las personas, en lo posible.
También señaló que se deberá optar por materiales fáciles de limpiar constantemente, como la madera, el cuero natural y el plástico, evitando la saturación en la decoración para mantener las condiciones de higiene con pocos elementos, además de utilizar otros como pantallas separadoras cuando sea necesario.
La arquitecta concluyó que las empresas no sólo tendrán que replantear su metodología de trabajo, sino que ahora, ante los diferentes niveles de regreso laboral, deberán buscar asesoría con profesionales de diseño interior para reorganizar su planta física y adecuar sus espacios.