La mañana de este jueves se llevó a cabo en Palacio Nacional la entrega de los Premios Nacionales de Ingeniería y Arquitectura 2020, en la que participó el presidente López Obrador.
Los galardonados con este premio fueron el Ing. José Francisco Garaicoechea y el Arq. Fray Gabriel Chávez de la Mora. A lo largo de 65 años de carrera, Chávez de la Mora ha desarrollado más de 175 proyectos a lo largo de todo el país, centrados en su mayoría en la arquitectura religiosa, entre ellos: la Nueva Basílica de Santa María de Guadalupe, la Catedral de Ciudad Nezahualcóyotl o el Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Tequisquiapan, por nombrar solo algunos.
Por su parte, José Francisco Garaichoechea, ingeniero petrolero, aprovechó el momento de su discurso para reconocer a los ingenieros que han fallecido y no fueron reconocidos en vida, pero también para instar al titular del Ejecutivo a reparar el daño por la inyección de nitrógeno a los pozos petroleros y quema de gas a la atmósfera, solicitando que se considere la construcción de plantas criogénicas que permitan aprovechar el condensado en los principales yacimientos en el litoral de Tabasco.
La Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México (AIAM) invitó al presidente Andrés Manuel López Obrador a reflexionar sobre el acuerdo que declara de interés público y seguridad nacional la realización de proyectos y obras del Gobierno de México.
Ricardo Rodríguez Romero, presidente de la AIAM, dijo que con voluntad política las obras deberán ser de la mejor calidad, al menor costo y dentro del tiempo proyectado.
“Las agrupaciones gremiales como lo es la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, la cual me honro en presidir, son organizaciones sociales que buscan el bien de la Nación y de las personas a base de un trabajo honorífico y honesto”, destacó.
Expresó su coincidencia con el combate a la corrupción que es un mal que ha traspasado todos los estratos sociales.
“Compartimos su pensamiento, las universidades y la vida misma nos han enseñado a enfrentar adversidades, a ser competitivos, a imponer y anteponer ideas ante los que quieren aprovechar los escasos recursos de los mexicanos. Es un terreno donde aún queda trabajo por hacer”, afirmó.
Rodríguez Romero especificó que la AIAM no vino a reconocer las grandes edificaciones, pero sí a reconocer a los mexicanos que han entregado todas sus capacidades en cuerpo y alma por el bienestar de todos. “Trabajando juntos, gobierno y sociedad civil, alcanzaremos las metas del México que queremos para nuestros hijos y para nuestros nietos. Por ello pugnamos por la transparencia y lo invitamos a reflexionar sobre el acuerdo publicado recientemente, que declara diversas obras públicas como de seguridad nacional”, puntualizó el presidente de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México.
El catalogar una obra como de “seguridad nacional” puede generar que se reserve información relacionada con el estado de los proyectos, las asignaciones, etc., además del otorgamiento de permisos en fast track, todo lo cual implicaría que cualquier solicitud de información referente al estado de los proyectos podría ser negada, abriendo la puerta a la corrupción que se busca combatir.