En el mes de marzo de este año, la industria de la construcción reportó un aumento del 2.5% en el valor de la producción respecto al mes de febrero, indicaron resultados de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) realizada por el INEGI.
El personal ocupado total creció 2.1% a tasa mensual y las horas trabajadas también aumentaron en un 2.7%, en tanto que las remuneraciones medias reales descendieron 0.8%.
El sondeo describe —con cifras desestacionalizadas y a tasa anual— que el valor real de la producción de las empresas constructoras avanzó 5%, el personal ocupado total aumentó 8.7%, las horas trabajadas 8.9% y las remuneraciones medias reales 2.2%.
En cuanto al personal ocupado, en marzo de 2022 la tasa mensual de trabajadores ocupados en la industria de la construcción se incrementó 2.1%. Por tipo de contratación, el personal dependiente de la empresa aumentó 2.5% y el número de obreros ascendió 4%.
El INEGI expuso que, de febrero a marzo de 2022, las remuneraciones medias reales pagadas descendieron 0.8%. Por componente, los sueldos pagados a empleados disminuyeron 2.1% y los salarios pagados a obreros 0.6%.
La industria se recupera de la caída del 2020, pero no hay crecimiento CEESCO
Por su parte, el centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CEESCO), precisó en su Informe Nacional del mes de abril de este año, que el valor de la producción de la industria tuvo una recuperación en el primer bimestre ubicándose en 2.1% respecto al mismo periodo de 2021.
Subrayó que, durante el primer bimestre de 2022, la producción de las empresas constructoras acumuló una facturación de 82 mil 90 millones de pesos corrientes, lo que representó una recuperación de 7.6% en términos reales con relación al valor del mismo periodo de 2021.
El CEESCO previó una reactivación de entre 3% y 5.0% para este 2022, si los niveles de inversión pública y privada se dinamizan en la primera mitad del año con el anuncio de los paquetes de infraestructura.
Aclaró que no se debe olvidar que las expectativas de reactivación son una recuperación respecto a la caída del año 2020 por la pandemia y no es un crecimiento.
Señaló que los precios de los insumos de la construcción son un factor que podría perturbar el avance económico, porque se mantienen al alza debido a problemas de abastecimiento interno y externo y, al encarecerse los costos, se trasladan al consumidor elevando el precio de viviendas e inmuebles, ya que se hace más costoso construirlos.
Este indicador podría afectar la confianza empresarial, la cual mostró recuperaciones después de una reducción en los contagios de la variante Omicrón de Covid-19, lo que suscitó mejores expectativas para la actividad económica del país y del sector de la construcción.