La crisis sanitaria golpeó fuertemente la economía mundial, el riesgo político interno, las consecuencias de la tensión comercial mundial y más factores como desafíos de productividad y competitividad es un fuerte reto que vencer de América Latina. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), de la ONU espera que la economía de Latinoamérica se contraiga 7,7% en 2020, la mayor caída en 120 años, y se recupere 3,7% en 2021, respaldada por un favorable efecto base estadístico.
El reto para Latinoamérica es invertir más en infraestructura y servicios para cerrar la brecha de acceso, calidad y asequibilidad. A pesar de todos sus avances, Latinoamérica tiene una deuda histórica con la construcción de infraestructura, particularmente en la designación de recursos públicos: entre 2008 y 2018, Latinoamérica y el Caribe invirtió 2,8 ? su PIB en este rubro, mientras que en Asia Oriental y Pacífico esta cifra fue de 5,7 % y de 4,8 % en Oriente Medio.
De acuerdo con CEPAL el pronóstico de las principales economías regionales que crecerán más rápido en 2021 son las siguientes:
- Perú 9%
- Panamá 5.5%
- Bolivia 5.1%
- Chile, Colombia, República Dominicana 5.0%
- Argentina 4.9%
- Honduras 4.5%
- Uruguay 4.0%
- México 3.8%
La construcción nacional peruana tuvo un importante crecimiento en los dos últimos meses del año pasado, el estudio de CAPECO (Cámara Peruana de la Construcción) registró un 17.3% en noviembre y un alza de 6.9% en diciembre. Estas cifras evitaron que la contracción interanual prevista del 30% se hiciera realidad. Sin embargo, al cierre del año, el sector registró una caída del 16.7%.
La obra pública, por su parte, alcanzó su segundo mes de aumento con 16.2% en noviembre del 2020 y, según la estimación del IEC, con lo que el avance de este sector habría cerrado el año con una disminución interanual de 27.6%.
Respecto a la inversión privada, la contracción del 2020 habría sido de 20% y presentaría una recuperación este 2021 que llegaría al 17.5%; Esto a su vez es una proyección condicionada si se recupera la confianza de las empresas y familias para iniciar o reanudar sus planes de inversión, los cuales fueron afectados por la crisis sanitaria e inestabilidad política.
CAPECO sostiene que, para consolidar el proceso de recuperación del sector inmobiliario, especialmente el de vivienda, es necesario poner en marcha medidas urgentes que tras ser expuestas por CAPECO comenzaron a ser estudiadas por el gobierno del expresidente Vizcarra, así como a funcionarios del nuevo gobierno del presidente Sagasti como lo son: La puesta en marcha de un programa estatal de financiamiento, el incremento de los valores de los subsidios de Mi vivienda y Techo Propio, el reinicio de la ejecución de 48 proyectos Techo Propio paralizados por la liquidación de la Financiera TFC, aprobar una norma nacional que impida que las municipalidades restrinjan el reinicio de obras, anulen o nieguen licencias, Replantear las nuevas exigencias técnicas para la certificación de proyectos de vivienda social que serán financiados por Mivivienda Verde, la asignación de recursos presupuestales suficientes para el otorgamiento de subsidios dentro de los programas Techo Propio y Mivivienda el 2021 entre otros.
