Por primera vez en la historia de las conferencias en torno al cambio climático, el próximo 11 de noviembre de 2021, la COP26 dedicará un día exclusivo a las ciudades y el entorno construido.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2021 o COP26, tendrá lugar en Glasgow, en el Reino Unido entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre. Su objetivo es reunir a las naciones que firmaron el Acuerdo de París de 2015, en el que los países firmantes se comprometieron a lograr Cero Emisiones para el 2050 y con ello lograr limitar el aumento de temperatura global en 1.5 grados Celsius por encima de los niveles de temperatura pre-industriales (y que esto nos permita tener un planeta, básicamente).
Esta es la primera vez en la que la conferencia mundial abordará los aspectos relacionados con las emisiones de carbono provenientes del entorno construido, en un día llamado “Cities, Regions & Built Environment Day”. El objetivo de este día será "avanzar la acción en los lugares en los que vivimos, desde comunidades hasta ciudades y regiones."
Este día es convocado por una coalición de organizaciones, incluyendo la World Business Council for Sustainable Development (WBCSD). Surge en virtud de que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provenientes de los edificios y las ciudades representan casi un 40% del total de emisiones a nivel mundial, y al parecer este dato no ha sido tomado con la suficiente seriedad. Lo que más contribuye a estas emisiones son los materiales que se emplean en la construcción, pero también existen emisiones significativas derivadas del uso de los inmuebles e infraestructura: calefacción, enfriamiento e iluminación.
Especialistas de la consultora internacional Deloitte[1] señalan que la exposición a los riesgos del cambio climático para el sector de la construcción se manifiesta en dos maneras: En primera instancia, el sector contribuye al cambio climático al generar gases de efecto invernadero, además de que es sujeto del pago de impuestos al carbono (en los países en lo que así se aplica) derivados de la producción de materiales para la construcción, así como por el suministro de calor y electricidad a los inmuebles al momento de su uso. Por otro lado, existe una mayor exposición por parte de los inversionistas a los riesgos de los cambios físicos en el ambiente ocasionados por el cambio climático, tales como condiciones climáticas más extremas en los lugares en los que se planea construir, que pueden generar escasez de agua y otras condiciones de deterioro ambiental a medida que incrementa la temperatura y los riesgos de inundaciones, sequías, etc.
Entre los temas que se tiene pensado abordar, está el de los edificios Neto Cero (Net-Zero), que son aquellos que no tienen una contribución neta de CO2 a la atmósfera, ya sea por el carbón que se emite en la cadena de suministro de la construcción o bien por parte del edificio mismo mientras está en uso.
Roland Hunzinker, director de edificios y ciudades sustentables en la WBSCD considera al sector como un “gigante dormido” al que es necesario dar más visibilidad. “Si queremos reducir las emisiones a lo largo del ciclo de vida completo de los edificios, tenemos que involucrar a los desarrolladores de proyectos, así que tenemos que hablar con los inversionistas, los constructores y los arquitectos que los diseñan”, comentó.
El sector de la construcción está entre los más lentos para adherirse a la iniciativa “Race to Zero” (Carrera hacia Cero) de las Naciones Unidas, que pretende eliminar las emisiones netas de carbono de la economía global para el 2050. Nigel Topping, líder en la acción contra el cambio climático de alto nivel de la COP26 (High-level Climate Action Champion), ha mencionado que la arquitectura es uno de los negocios peor representados en esta iniciativa, por lo que existe una firme intención de mostrar una verdadera ambición del sector durante la Conferencia Mundial. La campaña “Race to Zero” pretende lograr que un 20% de las empresas que conforman cada uno de los sectores de la economía se comprometan a esta meta.[2]
Sin duda, las acciones que tienen que ver con combatir el cambio climático desde el sector de la construcción deben enfocarse en la reducción de emisiones de carbono y riesgos de transición, así como en el ser más resilientes respecto a las consecuencias ambientales del cambio climático.
Müller, Krick y Blohmke, especialistas de Deloitte, consideran que las acciones más importantes para reducir las emisiones deben tener en cuenta la reducción de la intensidad de carbono de algunos materiales desde su producción (por el lado de la proveeduría), la implementación de un consumo energético más eficiente, amable con el clima, que emplee fuentes limpias durante su uso, además del diseño de materiales con mayor capacidad de reciclaje, así como generar economías circulares en relación con los materiales de construcción (flujos más cerrados y eficientes en fases de reacondicionamiento y demolición, por ejemplo).
Por otro lado, en la construcción de una mayor resiliencia respecto al cambio climático y los cambios que este genera en el entorno construible, los autores citados consideran que es importante aumentar la durabilidad de los materiales respecto a condiciones climáticas extremas, hacer una revisión y actualización de los conceptos de enfriamiento/calefacción y aislamiento, tener una gestión del agua mucho más acorde con el ambiente, tanto en la fase de construcción como durante el uso, entre otros aspectos.
En el marco de la COP26, Yewande Akinola MBE, líder de innovación y tecnología en Laing O'Rourke (una de las principales firmas de construcción en Gran Bretaña), afirmó que "en el esfuerzo de combatir el cambio climático, no podemos permitirnos el seguir considerando a la arquitectura, el diseño, la cadena de suministro y la construcción como entidades separadas. Tampoco podemos darnos el lujo de tener "puntos únicos de falla" pues todos los aspectos del entorno de construcción deben ser capaces de mostrar un progreso tangible."[3] Y respecto a las preocupaciones que las empresas puedan tener por mantenerse dentro del mercado, es necesario evolucionar hacia modelos más sostenibles, y esto sin duda dará lugar a la adopción y escalamiento de tecnologías relevantes para lograrlo.
Estaremos muy pendientes de las discusiones del próximo 11 de noviembre y sus implicaciones para este sector tan importante para las economías a nivel mundial.
[1] Michael Müller, Thomas Krick and Dr. Julian Blohmke, “Putting the construction sector at the core of the climate change debate”. Germany, Deloitte Global, 2020.
[2] Marcus Fairs, “COP26 climate conference confirms day dedicated to cities and the built environment on 11 November”, en dezeen, 19 jul 2021, https://www.dezeen.com/2021/07/19/cop26-climate-conference-cities-built-environment-day/
[3] John Pinching, “Construction heavyweights call on COP26 to drive change”, in Sustainability Magazine, Oct. 1, 2021, https://sustainabilitymag.com/sustainability/construction-heavyweights-call-cop26-drive-change