El COVID-19 ha reconfigurado la manera de trabajar, sin duda, y por ende el lugar de trabajo.
Hay consenso del éxito que ha tenido el trabajo remoto. El sector servicios, según datos del INEGI, incrementó su productividad en 10.3% en el último trimestre de 2020. Las empresas operan y lo hacen bien.
La gran duda dentro de los corporativos es qué hacer con sus espacios de oficinas para seguir trabajando satisfactoriamente y, sobre todo, en forma rentable cuando se regrese a la “nueva normalidad”. Para tomar una decisión acertada, se recomienda reflexionar sobre los siguientes factores.
1) Salud financiera
Aunque parezca algo evidente, hay que analizar la viabilidad económica del negocio.
2) Modelo operativo del espacio de oficinas
Considerar la densidad de empleados, los criterios de “sana distancia”, así como las regulaciones de higiene y seguridad.
3) Modalidad de trabajo
Definir quiénes sí deben asistir a la oficina, quiénes pueden trabajar en forma remota y a quiénes se les puede aplicar el esquema mixto.
4) Soporte tecnológico
Qué colaboradores deben tener las herramientas tecnológicas indispensables para desempeñar óptimamente sus tareas en cualquier modalidad.
5) Plazos y condiciones del contrato de arrendamiento
Revisar los plazos y condiciones estipuladas en el contrato de arrendamiento.
6) Asesoría adecuada
La asesoría de un especialista puede ayudar a desarrollar un proyecto que potencialice la estrategia de Real Estate, maximice la inversión e integre correctamente todos los lineamientos que están demandando las autoridades.
Beneficios a los empleados
El tema de Real Estate ha sido una de las partidas primordiales a reducir, pues los bienes destinados a espacios de oficina representan el segundo gasto más grande después de la nómina. Sin embargo, algo que debe considerarse es que existen ciertos beneficios cuando los trabajadores desempeñan sus funciones dentro del corporativo.
- Sentido de pertenencia
Los sitios de trabajo corporativos permiten fortalecer el sentido de pertenencia hacia la empresa, a la vez que fomentan la atracción y retención de talento.
- Infraestructura óptima
Las organizaciones necesitan garantizar que todos los colaboradores tengan la infraestructura operativa necesaria y correcta para que desarrollen sus funciones adecuadamente, además de proporcionar acceso a herramientas tecnológicas y medidas para proteger la información. El trabajo remoto no necesariamente lo garantiza.
- Interacciones positivas
Laborar en una oficina crea relaciones constructiva tanto interna como externamente, en las que se refuerza el trabajo colaborativo para compartir experiencias y conocimientos.
- Confort
Requisito indispensable para lograr la eficiencia y bienestar de los colaboradores, así como garantizar la productividad y por ende, la continuidad del negocio.
¿Qué es mejor, oficinas corporativas o home office?
No existe una respuesta general para todas las compañías. Lo más probable es que, después de la pandemia, se lleve a cabo un modelo de trabajo combinado.
¿Quiénes sí y quiénes no deben ir a una oficina? Para las posiciones operativas que tienen que ver con la transacción del día a día y cuyas labores son muy rutinarias, el trabajo a la distancia puede ser una gran alternativa. Para los niveles más estratégicos y que requieren de cierta interacción con otras personas para planear y tomar decisiones, quizá lo más conveniente sea una modalidad presencial o mixta.
“El poder de la colaboración es un valor incalculable para las empresas. Una combinación entre trabajo presencial y remoto, será probablemente la opción más viable y popular cuando la vida laboral vuelva a la normalidad. Por tal razón, para asegurar que los colaboradores sigan eligiendo desempeñar sus funciones en las oficinas en forma ocasional, los directivos deben repensar qué deben brindar sus nuevos espacios como único, comparado con la experiencia de trabajar a distancia”, comenta Alberto Laris, socio director de Desarrollo Estratégico de GAYA.
