¿Cómo influye el interiorismo en el éxito de las cadenas hoteleras y restauranteras?
Mucho se habla de los buenos restaurantes, que son aquellos en donde los platillos son exquisitos, aunque también vistosos y bien servidos, en donde la atención es cálida, agradable, pero, a decir verdad, no se queda solo ahí; un buen restaurante va más allá de aquel sitio en el que “se come bien” convirtiéndose en un espacio en donde uno se siente bien.
Hemos convertido el acto de comer fuera de casa en una experiencia multisensorial en la que el diseño de interiores es tan importante como el menú.
El principio que rige en el diseño de espacios es crear una experiencia satisfactoria y esta, alcanza su máxima expresión cuando el usuario o en este caso, el comensal disfruta de un momento de ocio.
Para Arquitectura en Movimiento, un buen trabajo de diseño va más allá de lo visual, incluye por sobre todo las sensaciones, para probar este punto, tuvimos la oportunidad de charlar con el arquitecto Fabio Correa, socio fundador del despacho de arquitectura.
En el diseño de interiores de un restaurante es fundamental reflejar tanto la personalidad de una cocina con materiales y colores, así como con la distribución de la sala, los espacios comunes, los elementos decorativos, el mobiliario, el marketing sensorial, entre otros. Se suele entender al diseño como un mero ejercicio de embellecimiento, cuando es todo lo contrario, el diseño de restaurantes es una de las disciplinas con mayor equilibrio entre funcionalidad y estética.
“El equilibrio en la ejecución de una estrategia para diseño de interiores debe contemplar funcionalidad y estética, para mí es imposible separar ambos conceptos, ninguno se restringe en la ecuación, todo va dándose solo, la función viene dada por los requerimientos del cliente, mientras que la estética va acomodándose desde que pensamos la estrategia hasta que va cobrando vida.
Sin duda, antes de iniciar un proyecto, se conversa mucho con el cliente, vemos todos los requerimientos y por su puesto analizamos el local o espacio físico, además de observar si es un espacio ya dado con ciertas características o se puede empezar desde cero a construir, que es también posible y de ahí, pasamos a un tercer análisis en el que estudiamos a profundidad el tipo de comida, la ubicación, el sector, si es un ticket alto o no, el tipo de comensales y sus necesidades”.
Arquitectura en Movimiento Workshop, cuenta con un equipo, desde chefs y especialistas en equipamientos de cocina, iluministas, proyectistas, profesionales en aire acondicionado y sonido; quienes les ayudan a aterrizar las ideas basadas en sus proyectos maestros.
En este sentido, el arquitecto nos habla del último proyecto realizado: Rocco Cantabria, un restaurante con sede en Ciudad Juárez, Chihuahua, México. Un restaurante-bar que no podría clasificarse con un estilo en particular, pues al estar entre dos ciudades fronterizas, los habitantes experimentan las “ciudades gemelas” como una sola. Con dicha premisa de diseño, se ideó un espacio cálido, elegante, sin pretensiones ni exuberancias. El espacio disponía de una caja de vidrio de doble altura con una losa de hormigón y columnas, así, llegaron a los elementos del estilo Art Deco con superficies curvas y pulidas en granito negro para la barra y escalera y tratamientos de cobre y cromo para el techo. Para el color una paleta neutra que hace del lugar un interior elegante y sobrio.
Cualquier restaurante debería contemplar un proyecto específico para sus espacios y señala: “Nosotros como diseñadores y arquitectos somos grandes responsables de lo que el comensal experimenta, nos encargamos de la parte física y sensorial, lo cual es una responsabilidad bien grande. Como profesionistas, esperamos que los proyectos realizados generen la misma sensación de bienestar, confort y agrado sin importar si hablamos solamente de un restaurante o cadena y de ser esto último, esperamos generar las mismas sensaciones donde sea que el comensal nos visite. Sabemos que, si bien no es repetir de manera idéntica el espacio, sí lo es causar las mismas sensaciones espaciales y emocionales”.
Apostar por una imagen corporativa es vital para el éxito de cualquier restaurante, puesto que tendemos a asociar su atención y calidad con la sola percepción de él, por ello debemos pensar a lo grande en cuanto a estrategia se refiere. Si bien, contar con un buen menú o con un excelente servicio al cliente es importante, recordemos que somos generadores de experiencias y qué mejor que mantener ese concepto integral.
“Nosotros hemos hecho restaurantes que no se planeban franquiciar y gracias a todos los elementos sensoriales que generamos, los clientes regresan con nosotros para replicar esa misma funcionalidad debido al éxito, es muy satisfactorio”.
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Es fundamental considerar la relación costo – tiempo; el presupuesto suele ser de lo más difícil al momento de diseñar, el cliente siempre querrá los mejores materiales a un costo asequible. En el caso de Arquitectura en Movimiento Workshop, cuentan con un tabulador por metro cuadrado, en el que, dependiendo del restaurante, se hace una estimación ya con todas las instalaciones y mobiliario, sugiriendo un anteproyecto en el que se descartan o sugieren nuevas ideas, esto sin contar cocina, ya que, con su experiencia, este presupuesto se hace por separado de la mano de varios especialistas. En cuanto al tiempo, el arquitecto nos menciona que en el anteproyecto se estipulan los programas de obra divididos en meses con su respectiva inversión.
El balance está en hacer un proyecto con un presupuesto lo más aterrizado posible, contando con los elementos bien definidos, un tiempo de ejecución estipulado y que tanto el despacho como el cliente cumplan los tiempos de ejecución de obra, nos menciona el fundador del despacho.
Señala que uno de los principales retos, es analizar el lugar, ya que homologar los interiores suele ser complicado según la ubicación de los espacios. “Nos ha tocado de pronto que tenemos ámbitos con muchas ventanas u otros sin ellas, algunos en donde la edificación hace buena sombra o, por el contrario, nosotros diseñar un mobiliario que lo haga por sí solo, por poner un ejemplo. La parte difícil es resolver los temas de fisonomía de los espacios y el uso de los mismos tipos de materiales en diferentes ubicaciones”.
Para el arquitecto, su principal satisfacción es el diseño de un traje a la medida para la necesidad de cada restaurantero y llevándose el gusto de saber que ese traje fue del agrado de todos los involucrados.
Hablando de la arquitectura de interiores, contar con una estrategia nos permite traducir el funcionamiento necesario del restaurante a algo espacial, permitiendo que funcione acorde a las necesidades del recinto; hablando de la estética, es gracias a estos proyectos que se llega a la parte sensorial del comensal, si bien no se encarga de los alimentos, sí lo hace de la iluminación, la vista necesaria, así como la movilidad y comodidad de la estadía.
Resolver la complejidad de todo el diseño de interiores da frutos increíbles en el mediano plazo, cualquier restaurantero debe considerar este tipo de proyectos si espera dar una experiencia integral dentro de sus espacios, puesto que la decoración del local es la visión completa del acto gastronómico que se ofrece.
Aquí la pregunta es, ¿comemos con los ojos?, claro que sí, ya no se trata solo de despertar a las papilas gustativas, sino de atraer a la mente, al cuerpo, a la mirada, al olfato, todo a través de toda una experiencia conjunta.
Agradecemos la calidez con la que el Arq. Fabio Correa y su equipo nos comparten las experiencias vividas y aprendizajes en sus últimos proyectos, que sin duda vale la pena echarles un vistazo y por qué no, ir a disfrutar de la experiencia.
