El e-Commerce, la industria automotriz y el sector manufacturero en general, impulsarán la construcción de nuevos inmuebles.
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) traerá un respiro a la industria de la construcción y será benéfico para la economía mexicana pues se estima que las inversiones tendrán mayor certidumbre.
El presidente de Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, ratificó ya el tratado, mientras que Canadá comenzó el proceso de ratificación el cual deberá finalizar durante el primer trimestre de 2020, y tres meses después entrará en vigor el acuerdo del cual se espera un flujo de bienes por 1.2 billones de dólares al año.
“Las modificaciones que traerá consigo el T-MEC modernizarán el comportamiento de las relaciones comerciales en Norteamérica”, señaló Giovanni D´Agostino, presidente en México y director regional para Latinoamérica de Newmark Knight Frank (NKF).
Para NKF los cinco puntos a destacar del T-MEC respecto a los impactos en el sector industrial son: el incremento exponencial en el impacto de la Inversión Extranjera hacia México, las modificaciones respecto a la fundición del acero y el aluminio, la transformación a las reglas del transporte transfronterizo, las implicaciones en las reglas de origen del sector ferrocarrilero y la transfiguración de prácticas laborales entre países.
Esto repercutirá en el mercado industrial en México, por ejemplo, en los sectores: electrónico e instrumental médico en la franja norte del país; las autopartes en la zona Bajío y centro del país; procesos de fundición en el noreste y centro del México.
De esta manera, se espera una incidencia en el sector inmobiliario industrial, pues tan sólo durante 2019 el inventario aumentó más de 900,000 m2 en las tres principales ciudades del norte del país: Monterrey, Tijuana y Ciudad Juárez, y se estima que continuará el crecimiento en 2020.
Asimismo, el e-Commerce ha detonado el sector industrial al requerir espacios para el almacenamiento y la logística de los productos.
El T-MEC prohíbe aplicar derechos aduaneros a bienes distribuidos digitalmente y asegura la propiedad intelectual de las compañías, lo cual tendrá un efecto positivo en el desarrollo de estas actividades, expone NKF, compañía asesora en bienes raíces comerciales.
“Por otra parte, la zona del Bajío será impactada de manera importante por el T-MEC debido a su vocación automotriz. Los cambios más representativos del tratado respecto al origen y la composición de la mano de obra estarán dados en la modificación de la regla de origen del acero, la cual plantea que el metal deberá ser producido desde su origen en la región”, indicó Vianey Macías, analista de Mercados de NKF.
El sector automotriz en México representa más del 15?l PIB manufacturero y es una industria de alta dependencia, especialización e integración en la región de Norteamérica. En el nuevo tratado se indica que las partes esenciales deberán, al menos, ser producidas en un 75% en la región.
Para Eduardo Ramírez Leal, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) el T-MEC abre la oportunidad para que el intercambio comercial entre los tres países continúe y esto genera certidumbre en las inversiones de todo tipo y en todas las industrias, principalmente las exportadoras.
Afirma que se darán circunstancias positivas no solamente para la industria de la construcción sino para toda la cadena productiva, por lo que es necesario tener mejores condiciones en el aspecto laboral, que es parte de los cambios importantes del tratado.
“Nosotros (constructores) estamos en el tema de la transformación y entonces el que se genere certidumbre en cualquier industria o en cualquier comercio implica crecimiento, y el crecimiento tiene implícita la necesidad de construir y ampliar instalaciones o mejorar la calidad de ellas”, señala Ramírez Leal.
Aunado a ello, apuntó que la CMIC tuvo un encuentro con Carlos Noriega, del equipo de Alfonso Romo de la oficina de la Presidencia de la República, con la finalidad de dar seguimiento al acuerdo sobre infraestructura, por lo que esperan que todos estos cambios sean positivos para la construcción y para el desarrollo económico de México.
