Es el método más solicitado por la industria para aminorar mermas, eliminar desperdicios y agilizar métodos de entrega.
La meta sigue siendo la misma: máxima calidad a mínimos costos y entregar el proyecto en la menor cantidad de tiempo posible. Son las bases de la construcción esbelta también conocida como Lean Construction (LC) y hoy es posible cumplirlas, cada vez más, a partir de herramientas tecnológicas.
Tradicionalmente, observamos que LC es una filosofía productiva que se integra a partir de diversas prácticas, como las 5s, Six Sigma y Last Planner. Pero, a diferencia de lo que ocurría hace una década, hoy los instrumentos para ponerla en práctica son, también, digitales.
“Vemos que a través de formatos de tecnología tipo Building Information Modelling (BIM) ya hay soluciones de modelado integral de grandes proyectos, en el que podemos detallar todo: desde las estructuras y la tubería, hasta elementos de interiorismo”, explica Jesús Hernández, editor de la revista especializada “Obras”.
La virtualidad y lo tridimensional, de hecho, es parte de lo que ha revolucionado a la industria de la construcción en los años recientes. Bajo la tecnología BIM es posible ver, en modelo tridimensional, todo el proyecto, así como sus elementos de gestión.
Bajo la aplicación más tradicional de LC se logra aumentar la productividad en 30%. Bajo un esquema de nuevas tecnologías, esa cifra puede llegar a duplicarse.
Los planos, los proyectos y cada detalle toman vida, pueden modificarse y controlarse a partir de esos modelos, lo que ayuda a evitar errores, a calcular costos y materiales de manera más exacta. Y, además, funcionan a partir del trabajo colaborativo.
“Considera una obra que tenga decenas de proveedores: a partir de BIM cada uno puede identificar qué le corresponde y cuándo hacerlo. Pueden recibir información incluso en tiempo real y comentarla, analizarla. Cada avance del proyecto, además, va registrando datos que luego pueden usarse para evaluaciones, análisis y nuevas obras”, detalla Hernández.
La tridimensionalidad virtual ha revolucionado la perspectiva de esta industria. La constructibilidad es la técnica de gestión de proyectos que integra los aspectos técnicos, administrativos y prácticos para revisar el proyecto o la obra, de principio a fin, antes de ejecutarla. La vista permite evaluar y previsualizar cada paso, de cada área, de manera individual y simultáneamente.
De ahí que empresas de la talla de Dassault Systèmes o Autodesk ya manejen opciones en esta vertiente, desarrollada específicamente para la industria de la construcción… e incluso para interioristas, pues para ellos la “muestra virtual” de un proyecto antes de desarrollarlo es la mejor carta de presentación y planeador posible.
BLOCKCHAIN E INTELIGENCIA ARTIFICIAL
“Las grandes constructoras están usando Blockchain para transparentar sus sistemas de costos y finanzas, mientras que a través de la Inteligencia Artificial se producen algoritmos, a partir de la data generada en las obras, para obtener predicciones de tiempo, de uso de materiales, y para analizar errores”, aportó el editor de Obras, título con 45 años de existencia en el mercado mexicano.
Ahora bien, no es que la tecnología sustituya a Lean Construction. Más bien lo complementa. El enfoque del trabajo bajo criterios de máximo aprovechamiento persiste, pero las herramientas para llevarla a cabo son las que han promovido la evolución de esos conceptos.
Si bien los softwares BIM pueden resultar caros al adquirirlos, el costo se recupera conforme generan ahorros de todo tipo. Ahora bien, esta tecnología todavía se considera emergente, por lo que dentro de algunos años veremos su popularización, con la consecuente reducción de costos para ponerla más al alcance de un espectro más amplio de empresas.
Mientras las constructoras medianas y pequeñas pueden adquirirlo les bastará la aplicación de LC para dar gran calidad y rentabilidad a sus proyectos: los criterios de eliminación de desperdicios y de mejora continua siempre serán útiles y vigentes, no importa si es bajo un estilo offline.
