Todo el mundo habla sobre BIM, es un término que se ha venido acuñando desde 2000 en países nórdicos y en Estados Unidos, pero es en la última década en la que se ha ido introduciendo en gobiernos y empresas alrededor del mundo, muchos países contemplan el uso obligatorio de BIM. En nuestro país, desde la concepción del proyecto del NAICM (Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México) de Texcoco, ahora cancelado; surgió BIM como un movimiento en la que todos se tenían que apuntar para ponerse “a la moda” y no quedarse fuera de las tendencias que marcaba el Grupo Aeroportuario, si querías ser alguien “lo tenías que hacer en BIM”.
La metodología BIM está cada vez más presente en el sector de la construcción, cada vez son más las empresas y gobiernos que deciden incorporar BIM en su metodología de trabajo debido a las ventajas que esta ofrece.
Pero, ¿qué significa? ¿para qué sirve? ¿cómo se emplea? Espero que el presente artículo pueda dar un poco de luz a los lectores sobre esta nueva metodología que está revolucionando el sector AECO (Architecture Engineering and Construction) a través de su implementación.
¿Qué NO es BIM?
Hoy por hoy, la noción de BIM tiene visiones equivocadas provocadas por diversos puntos de vista e intereses de los distintos actores del sector, las cuales complican una comprensión global y completa de lo que BIM es, así que me parece una buena idea empezar por tratar de explicar lo que NO es BIM.
Algunas de las visiones de las que hablo en el párrafo anterior y que más impacto han tenido son las que han estado fuertemente influenciadas por los fabricantes de software que llevan creando soluciones para el desarrollo del diseño desde los años 70’s. Estas empresas de software han invertido auténticas fortunas en campañas de marketing y “apoyos” a gobiernos para implementar BIM. Por esta razón, la mayoría de los actores o agentes del sector AECO asocian el término BIM al proceso de creación de maquetas virtuales o modelos 3D de un activo (edificaciones, infraestructuras, plantas, etc.) que se está diseñando para su construcción. De ahí que cuando nos llama un cliente a nuestro despacho la solicitud inmediata es “lo quiero en BIM” refiriéndose, por lo general, al modelado del proyecto en Revit®. Sucede ahora lo que empezó en la década de los 90’s, si eras un despacho “como Dios manda” tus proyectos tenían que estar en AutcoCAD®, a pesar de haber infinidad de programas de diseño asistido por computadora.
BIM no es un software exclusivamente, tampoco una suite de diferentes soluciones. Es verdad que el software es una parte importante de BIM, pero el concepto va más allá del puro uso de un programa de modelado, de planificación o de control presupuestos.
BIM tampoco es un objetivo en sí mismo, sino que es el medio para lograr que los procesos que involucran la concepción, el desarrollo y construcción de los proyectos sean más eficientes y se gane en productividad.
El término BIM responde al acrónimo de Building Information Modeling o Modelado de Información para la Construcción. La estrategia para la implementación del modelado de información de la construcción (MIC) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, lo define como la “representación digital compartida de características físicas y funciones de cualquier objeto construido, incluyendo edificios, puentes, caminos, plantas de procesamiento, entre otros que obligatoriamente incluye información para la toma de decisiones.”
¿Es esto del todo cierto? Parcialmente; la SHCP es uno de los actores que nos ofrece una visión sesgada de lo que es BIM. Desde el punto de vista del manejo de la información en la gestión de proyectos, el acrónimo BIM deja de hacer referencia al modelado únicamente y pasa a hacerlo a la gestión de la información. Porque BIM es, sustancialmente, una forma de gestión de la información de los proyectos y no sólo del modelado del activo.
Entonces… ¿qué es BIM?
Acudiendo a la definición que nos facilita la Asociación Building Smart Spanish Chapter, “BIM es una metodología de trabajo colaborativa para la creación y gestión de un proyecto de construcción, cuyo objetivo es centralizar toda la información de un proyecto en un modelo de información digital creado a partir de los datos generados por todos sus agentes”1.
Obviamente, el software es una parte importante de la metodología BIM, bajo esta perspectiva podemos entender que BIM es TECNOLOGIA, es decir, como un conjunto de aplicaciones de software y sistemas de alojamiento de información que pueden permitir un trabajo de producción más eficiente. ¿Cuántos de nosotros utilizamos Excel? ¿o SAP? ¿o Chrome? Por poner algunos ejemplos. Pues todos ellos forman parte del BIM, si se incluyen como parte de los procesos de trabajo de la metodología definidos en la empresa para el desarrollo de nuestros proyectos.
Entonces, BIM no es únicamente tecnología, también son PROCESOS, interpretado como proceso, supone el establecimiento de un trabajo colaborativo entre los agentes del sector, que abarca todo el ciclo de vida, apoyándose en las nuevas tecnologías de software y comunicación.
El sector de la construcción tiene como tarea pendiente el reto de incorporar nuevas tecnologías, formas colaborativas de mayor intensidad y nuevos modelos de gestión y negocio utilizando como hilo conductor la digitalización. Habiendo comprendido las distintas definiciones de BIM que se han aportado, queda claro que la doble conceptualización de este como tecnología y como proceso provoca que esta metodología esté totalmente ligada a la innovación que requerimos en el sector AECO, ya que la manera en la que ha venido operando el sector, hay aspectos que han mostrado diversos niveles de ineficiencia y que esta nueva metodología pretende cambiar.
Uno de estos aspectos es la SECUENCIALIDAD. Desde tiempo de los romanos, los procesos y las etapas en la vida de una infraestructura no se han modificado, es decir, lo seguimos haciendo exactamente igual: diseñamos, hacemos planos y construimos, siempre enfocados en un esquema secuencial. Cuando hablo de secuencialidad me refiero al modo en el que intervienen los distintos agentes en un proyecto. Por ejemplo: el cliente contrata a un arquitecto para el proyecto arquitectónico, ya que cuenta con él busca a un ingeniero para que se cerciore de que la estructura y/o las instalaciones estén bien dimensionadas y cumplan con las normas en vigor, luego busca a un constructor para que ejecute la obra, probablemente éste a su vez contratará a varios subcontratistas para que realicen partes específicas de la construcción con muy poco contacto entre ellos. Terminada la obra, llega el usuario o quien esté al frente de la explotación del activo y lo recibe sin haber intervenido en ninguna de las fases anteriores. Cada agente entra y sale del proyecto en un momento dado con un nivel de interlocución muy bajo con respecto a los demás agentes. Cada actor en el proyecto genera su propia información, recibe poca de los demás actores y él a su vez, transmite también muy poca (o ninguna) información que ha generado a los que intervienen después de él.
La secuencialidad provoca que cada agente que interviene en el proyecto busque su propio beneficio, lo cual es completamente lícito, pero no juega a favor del proyecto desde el punto de
vista global, por tanto, el proyecto es actualmente el resultado de esfuerzos individuales encaminados a favorecer el interés particular de cada uno de los agentes, pero que podrían ser perjudiciales para otros agentes o el proyecto global.
BIM es un medio
BIM entendido como innovación en procesos, junto con LEAN Construction y la Gestión Integrada de Proyectos (que me encantaría relatarles en otro artículo), conlleva los desafíos de implicar a todos los agentes, reclamándoles un cambio de mentalidad hacia conductas altamente colaborativas, y una digitalización profunda del sector.
Por tanto, BIM es un medio a través del uso de estándares abiertos de interoperabilidad para alcanzar nuevos niveles en reducción de costos, tiempos de ejecución y aumento de la calidad
¿Cómo funciona BIM?
Trabajar bajo metodología BIM significa per se trabajar de forma colaborativa. Dependiendo de la naturaleza y la complejidad del proyecto, cada vez hay más actores involucrados en su desarrollo y ejecución, en el entendido que actores son todas aquellas empresas, personal y equipos de trabajo que participan en un proyecto. Su coordinación es fundamental si no queremos que nuestro proyecto acabe inmerso en un caos total.
BIM nos encamina a diseñar las reglas, a establecer quién lo hace, cómo lo va a hacer, en qué tiempo, sus entregables y cómo va a realizar su interlocución con los demás agentes, establece los procesos de coordinación de actividades, matriz de roles y responsabilidades y de riesgos, así como la plataforma donde se intercambiará y almacenará toda la información del proyecto, todo esto es con el objeto de anticiparnos a los problemas que se presenten en la obra. Esto genera que la etapa de planificación de un proyecto en BIM sea más larga que un proyecto normal, pero también más barata, pues al anticiparnos a los escenarios posibles, analizando riesgos, detección de interferencias, intercambio de información, documenta las buenas prácticas (generación de estándares) capitalizando la experiencia de todos los actores. Esto genera que los cambios que se necesiten sean planificados y así evitar que sean ejecutados en la obra, en otras palabras, evitaríamos “maquetear” en la obra.
Naturalmente los cambios al diseño en las primeras etapas del proyecto no suponen ningún costo más allá del esfuerzo de modificar el modelo del proyecto, pero si observamos la línea roja de la gráfica que se refiere al costo derivado de cambios en el diseño, ésta despega conforme vamos avanzando en el tiempo del proyecto, por tanto si seguimos el flujo BIM (línea verde) el efecto y esfuerzo de cambios tiene mayor impacto durante las fases de diseño pero es infinitamente menor el impacto en costos, esfuerzo y efecto en etapas posteriores como la de construcción y explotación (Operación y mantenimiento). Por tanto, la influencia de los flujos de trabajo BIM gestionando todo el ciclo de vida del activo es fundamental para control de costos y administración de la calidad.
BIM es un ambiente de trabajo que nos provoca mayores cotas de calidad, control, trazabilidad, productividad y eficiencia en nuestra actividad y es un marco facilitador de otros aspectos tecnológicos.
Situación actual. BIM en proyectos
Derivado de lo mencionado en el párrafo anterior, durante la última década, la metodología BIM se ha implantado de forma progresiva en diferentes países, siendo para algunos de uso obligatorio en proyectos de Administración Pública.
Actualmente México no cuenta con un marco normativo que obligue el uso de BIM en proyectos públicos, sin embargo, algunas instituciones han empleado la metodología por iniciativa propia:
SCT.- Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco. SEDENA.- Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Santa Lucía.
IMSS.- Proyectos piloto en hospitales desde 2015 a precio alzado y en remodelación. SENASICA. Oficina de Inspección de Sanidad Agropecuaria en el NAICM en Texcoco.
En agosto de 2018 la SHCP, lanza la Estrategia para la adopción del Modelado de Información en la Construcción en los proyectos de infraestructura de la Administración Pública Federal, la cual establece la obligatoriedad de BIM en proyectos públicos a partir de 50 millones de dólares en 2021.
Pese a estas disposiciones sobre el uso obligatorio de BIM, es cierto que tanto aplicaciones y softwares están más encaminadas a la edificación que a las infraestructuras, además la mayoría de los estándares, guías o recomendaciones existentes hacen referencia a la edificación. Actualmente se están llevando a cabo acciones por parte de buildingSMART para el desarrollo de estándares BIM para infraestructuras. Sin embargo, Bentley Systems™ lanza anualmente el premio “The Year in Infrastructure”, es un prestigioso concurso internacional que reconoce los avances en la “digitalización” en infraestructura, dentro de las exposiciones es fundamental señalar las ventajas de utilizar los procesos y la tecnología (en este caso el software de Bentley™), esto es el tiempo y costo bajo un esquema tradicional en contraposición con el uso de BIM y los beneficios generados por el uso de esta metodología.