Las cadenas de bloques o blockchain, que iniciaron en el sector de las finanzas, se han expandido a todas las industrias y la construcción no es la excepción.
¿Cómo funciona el blockchain?
Consiste en una especie de libro contable “compartido e inmutable que facilita el proceso de registrar transacciones y dar seguimiento a activos en una red de negocios. Los activos pueden ser tangibles (una casa, un automóvil, efectivo, un terreno) o intangibles (propiedad intelectual, patentes, marcas).[1]
A través de una red blockchain es posible dar seguimiento y comercializar cualquier cosa que tenga un valor y esto reduce significativamente el nivel de riesgos y los costos, no solo aquellos asociados la pérdida de tiempo que implica realizar una multiplicidad de validaciones en los trámites convencionales, sino también los implicados por fraudes, ciberataques y hasta simples errores que pueden exponer a los involucrados en alguna transacción.
Todos los datos de cualquier transacción se almacenan en forma de bloques entrelazados que componen una cadena (de ahí el nombre de blockchain). Cada bloque contiene una huella digital única, y cada transacción que se registra en un bloque contiene una etiqueta de tiempo, así como la identificación del bloque precedente. Este tipo de controles, en donde todo lleva una secuencia, impiden que se inserten otros bloques en medio de los que ya existen, puesto que cada bloque fortalece la verificación del que le precede, y de ahí su “inmutabilidad”.
Los participantes de una red blockchain comparten un registro que se va actualizando a través de la replicación de la información en cada uno de los equipos de los usuarios, cada vez que ocurre una transacción. Cada usuario constituye un “nodo” capaz de recibir o enviar transacciones a otros nodos y la información se sincroniza a través de la red a medida que se va transfiriendo. Para que una transacción sea válida, tiene que existir consenso de su validez entre todos los participantes de la red, además de que, una vez que se creó, nadie puede modificarla, lo cual confiere transparencia a la operación. Como se mencionó arriba, debido a las huellas digitales únicas de cada nodo, siempre se conoce el origen de los activos y cómo van cambiando de propietario o de fase, de modo que siempre es posible verificar el estado de una transacción o de un activo determinado.
Aplicaciones en el sector de la construcción
En el sector de la construcción, el blockchain no solo ahorra tiempo y costos, también permite la eliminación de los intermediarios, porque se hace de manera digital agilizando los tiempos de trámite y permitiendo cerrar acuerdos y contratos con mayor facilidad.[2]
Así, se plantea un sistema de trazabilidad total de las obras que facilita conocer en detalle el proceso de construcción, la procedencia y distribución de los materiales e inclusive las técnicas constructivas.
Con el uso del blockchain, la gestión de la información subsiste durante la vida del edificio, además se distribuye, es accesible y mantiene la trazabilidad. De esta manera, sabremos con detalle, quién, cuándo y cómo se genera la información, indicó en un apartado sobre los beneficios del blockchain en la construcción, la escuela española en diseño, arquitectura e ingeniería, Editeca[3].
Añadió que esta tecnología es un aliado perfecto del BIM (Building Information Modeling), pues logra que las construcciones se realicen de una forma más segura, transparente y fluida. En las fases de diseño y obra, se puede mejorar la fidelidad de los datos, de los trabajos efectuados y las cantidades de materiales registradas.
Cabe indicar que el BIM consiste en administrar información detallada de una edificación en la que se incluyen aspectos referentes tanto a su diseño como a su mantenimiento con la finalidad de evitar la pérdida de recursos y administrar de forma más exacta el tiempo en la construcción de la estructura o eludir costos innecesarios en futuras remodelaciones[4].
Editeca explicó que, en la construcción, el mayor beneficio del blockchain se encuentra en los denominados Smart Contracts, que son programas informáticos que se ejecutan de forma automática sobre una red blockchain. Los Smart Contracts transparentan cada uno de los movimientos que se ejecutan en torno a un proyecto, pues estos quedan al alcance de todos aquellos que intervienen en él, y al quedar registrados, no pueden anularse.
También pueden evitar los riesgos más típicos de los proyectos en construcción, tales como los retrasos, el incremento de los costos, conflictos legales o incluso la reducción de la rentabilidad de estos.
Otro de los beneficios del blockchain es que permite escalar fuentes de financiamiento, pues puede optimizar la gestión de préstamos y créditos, al proporcionar nuevos estándares de transparencia y reducir los problemas de atraso en los pagos a los proveedores.
Son muchos los beneficios que trae consigo el uso del blockchain en el sector de la construcción; por ello, se ha convertido en una herramienta clave para añadir valor a los proyectos que seguiremos analizando.
[1] Gupta, Manav, Blockchain for Dummies, 3ª edición Limitada de IBM, 2019, p. 5
[2] Blockchain: el futuro de los pagos y contratos en construcción. En línea disponible en: https://www.cemexventures.com/es/blockchain-el-futuro-de-los-pagos-y-contratos-en-construccion/ (Consulta 08/06/22)
[3] Blockchain: Los 5 beneficios que aportan valor a la construcción. En línea disponible en: https://editeca.com/blockchain (Consulta 08/06/22)
[4] ¿Qué es la tecnología BIM? En línea disponible en: https://ideaingenieria.es (Consulta 08/06/22)